viernes, 10 de junio de 2011

God of War Ghost Sparta

La historia está principalmente basada en el pasado de Kratos, y da a conocer sus secretos (como su tatuaje en la cara). Además en esta nueva entrega, Kratos se enfrentará a criaturas mitológicas tales como Cíclopes, Minotauros, Gorgonas, Arpías, soldados no muertos, Tritones, siervos de Keres, Geriones (estos últimos representados como una unidad corriente, en lugar del afamado Gerión del mito de Heracles), Automatas (quienes su arma también servirán de llave), etc. También hacen aparición importantes figuras de la mitologia griega como El León del Pireo (posible alución al León de Nemea), el Rey Midas, Laneo, entre muchos otros.


Se encuentra ambientado entre el primer y segundo título de la saga, justo después de que Kratos venciera a Ares, el poderoso Dios de la Guerra. Un oráculo del Olimpo predijo que el "Guerrero marcado" destruiría al reinado de los Dioses, y quien controle al guerrero marcado, controlaría el destino del Olimpo. Debido a la extraña marca de nacimiento de Deimos, los Olimpicos suponen que él sería el guerrero marcado. Por tanto, Ares interrumpe el entrenamiento de Kratos y su hermano, y secuestra a Deimos ante la mirada de éste, quien intenta detener a Ares, pero es inútil, ya que de un sólo golpe queda fuera de combate y con una gran herida en su ojo derecho (dando lugar a la afamada cicatriz). Al asumir como nuevo Dios de la Guerra, Kratos está en el trono que antaño pertenecia a Ares, donde tiene una visión acerca de su hermano y su madre, Calisto, pidiendo su ayuda desde lo que parecía ser el templo de Poseidón en Atlantis.

Kratos dirige una flota hacia allá, donde estará Atenea, quien le dirá que lo que vio sólo era una visión, tratando de desviarlo de su rumbo, ya que se dirigia hacia el reino protegido por el Dios de los mares. A los pocos instantes, un Kraken arrasa con la flota de barcos, dejando el que transporta a Kratos para el final. Luego de derrotar a uno de los tentáculos, el Kraken hace encayar el barco y se da a conocer, reconociéndolo Kratos como la afamada y temida Escila. Kratos encontrará a su madre, Calisto, quien le revelará la ubicación de su hermano Deimos y la identidad de su padre, y por culpa de esto último, se convierte en un horripilante monstruo. Luego de matarla, Calisto le agradece, también le deja encargado dirigirse al templo de Ares en Esparta. Kratos se encuentra con la titan Thera, a la cual libera y a cambio le otorga el poder de infundir fuego en sus armas. Eso, sumado a la batalla contra la Escila finalizada en su muerte, causa la destrucción de la ciudad de Atlantis. Kratos sale expulsado hacia la isla de Creta.
Luego de la batalla con Erinias, la hija de Tánatos, Kratos llega finalmente a Esparta, y encuentra a un grupo de espartanos destruyendo la estatua de Ares para, en su lugar, erigir un nuevo monumento al actual Dios de la Guerra, Kratos. Dentro del templo, Kratos se encuentra con el espíritu de él mismo cuando niño, quien lo ataca y luego de su muerte suelta la Calavera de Keres, la llave para entrar en los dominios de la muerte. Al obtener esto, Kratos sabe que debe dirigirse a Atlantis. A la salida del templo, el último espartano (con su 1ra aparición en God of War II) hace entrega de las Armas de Esparta, las armas que antaño pertenecieron a Kratos como general.




Kratos entra en los dominios de la muerte, donde encuentra a su torturado hermano Deimos quien, luego de ser liberado, querra tomar venganza, ya que culpa a Kratos de no haberlo salvado ese día. Luego de una dura batalla (la cual Deimos gana), interviene Tánatos, el Dios de la Muerte, quien lo lleva hacia la Cima del Suicidio, donde intentará tirarlo por el acantilado. Kratos llega justo a tiempo y salva a Deimos, y además le hace entrega de las Armas de Esparta. Justo antes de vencer a Tánatos, éste toma la forma de demonio y estrella a Deimos contra las montañas que hay a su alrededor, matándolo. Debido a esto, Kratos se enfurece tanto que sus armas se infunden en fuego, aumentando su daño. Tánatos muere, y Kratos lleva a Deimos hasta la cima de la montaña, donde el enigmático Enterrador estará esperando con 3 tumbas cavadas. Luego de esto, Atenea sale del portal del Olimpo y le informa que está listo para ser un Dios. Kratos, enfurecido, jura tomar venganza contra los Dioses. Luego, el Enterrador comienza a enterrar a Calisto, diciendo "Y ahora... sólo uno queda", refiriéndose a Kratos.